-¿Cómo te llamás?
-Pedro Pablo
-Bueno Pedro
-Pedro Pablo
-Bien Pedro Pablo, ¿Sabés quién soy yo?
-Sí
-..¿Quién soy?
-No sé
- Recién me dijiste que sabías quién soy
- Es que Pedro Pablo no está seguro. Usted es
el comisario pero los comisario se visten de comisario y usted no está vestido
de comisario.
-Pedro Pablo, yo soy el juez. ¿Sabés qué hace
un juez?
-Sí, hace sonar el pito; lo escucho en la
radio. El juez hace sonar el pito cuando algo está mal, como los policías.
- Bueno Pedro Pablo. ¿Te acordás lo que
hiciste en la chacra antes de que te trajeran acá?
-Sí
-… ¿Podés contármelo?
-Sí, pero antes quiero decir una cosa.
-Sí, contame.
-No me gusta estar acá.
-Bueno, en un ratito terminamos; contame lo
que hiciste
-Corté el pasto.
-Cortaste el pasto
-Sí, siempre corto el pasto
-Ajá
-Sí, a mi me gusta cortar el pasto. La señora
dice que si no lo corto debo dormir en el galpón y sin comer.
-Bien. ¿Y después?
-…¿Después?
-Sí, después
-.. Ah, sí, después el juez tocó el pito y
jugué al fútbol con Maradona
-Con Maradona.
-Sí, estaban Maradona, Kempes y Labruna. Yo
soy Labruna cuando juego al fútbol. Y…Y.. el juez De La Casa es muy bueno, porque cuando
le pegan a Labruna él toca el pito.
-Bueno señor fiscal, para mí es suficiente. Lo
voy a declarar inimputable, y chau. Cerrado.
-¿Me permite un momento más?
-Dele pues.
-Pedro Pablo. ¿Te acordás de la escopeta?
-Sí, pero no hace fuegos artificiales.
-¿Disparaste la escopeta?
-Sí, pero no hace fuegos artificiales.
-¿Y de dónde sacaste la escopeta?
-…Me dijo que no lo dijera porque si lo hacía
me iba a echar a la ruta.
-¿Quién te dijo eso?
-No quiero ir a la ruta.
-No te asustes, el juez De La Casa no va a dejar que te
lastimen como a Labruna
-¿Ni que los chicos se burlen?
- Tampoco. Tranquilo Pedro Pablo, no te va a
pasar nada.
-… …Hay que decir la verdad, pero si me callo
no estoy mintiendo.
-¿Inimputable señor juez?
-¡¿Qué quiere, mi puesto?!... ¿Cuántas veces
disparaste?
-Una vez sola, una vez sola. ¡No miento! Pedro
Pablo nunca miente.
-Y después ¿qué pasó?
-No salieron fuegos artificiales así que se la
devolví a la señora, pero ella no la quiso y se puso a gritarme. Yo quise hacer
fuegos artificiales como ella me dijo pero no pude.
-Sargento, vaya a buscar a la mujer del
muerto.
-¡No, no! Usted no es un buen juez. La señora
me va a pegar con el rebenque otra vez.
-No vamos a dejar que te haga nada.
-¿Me lo jura? Porque el que jura tiene que
cumplir para no irse al infierno.
-Te lo juro… Decime, cunado lo viste al patrón
¿cómo estaba él?
-Usted no es bueno, me quiere confundir.
-¿Cómo podría confundirte? Sos un chico muy
inteligente.
-¡Se está burlando. Yo sé que no soy
inteligente!... Pero no miento.
-Lo sabemos… Decime ¿Lo viste a tu patrón?
-… … ¡No lo sé! …El patrón no había salido a
cazar porque lo escuché en su pieza con la señora. No se enoje, ya sé lo de los
ruidos en la pieza ¿eh?... Pero después lo sentí llegar de los esteros como
siempre. ¿Ve? No miento pero no sé lo que vi.
-Ves. Si no sos inteligente, tenés mucha
imaginación ¿Qué crees que pasó?
Para mí que con la señora estaba un fantasma.
Y capaz que al patrón lo maté yo no más.
-Y porqué crees que era un fantasma?
-Porque nadie lo vio y porque no usó la puerta
ni para entrar ni para salir… Pedro Pablo será tonto pero no miente.
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