miércoles, octubre 08, 2008

Integrante: Norma Laniecki. Curso: Lunes de 14.30 a 16.30





O B J E T O S


Dice Alicia Santillán: Parece que hubo un
tiempo en que los objetos tenían el don de
la palabra.No está muy claro en qué mo-
mento se silenciaron y fueron dejándose
tomar y usar por los sujetos
.


Disiento con usted,Alicia. Aunque sea en alguno de los objetos que la rodean debe haber un valor “agregado”. . No dudo que todos nos ayudan en la vida diaria. Los mani pulamos de acuerdo al momento y nadie pone objeciones al uso egoísta, servil e indiscriminado que hacemos de ellos. Hasta ahí, puedo estar de acuerdo.
Pero no admito que se silenciaron.
La palabra es el medio natural y precioso para comunicarse. No el único ni el primero.
Sino cómo entiendo a mi bebé antes que el ma o pa salga de su boca. ¿Por qué los ojos de mi perro, su guau y sus corridas me llevan a la calle? Este saco es el más abrigado que tengo.Era de mi madre.me protege y me acaricia. Hay fotos que nos cuentan tantas cosas.
Lo dicen los psicólogos y algunos escritores.
Hace ya mucho tiempo decidí decorar mi alrededor con objetos queridos y unidos a mis recuerdos. Me hacen compañía, restauran baches de mi memoria, alivian nostalgias,, despiertan sonrisas , justifican algún error y hasta me ayudan a vivir el hoy
para recibir mejor el mañana.
Como si fuera un sueño, puedo hablar de mis cosas desde que llegaron a mí. Unas pocas están ahí porque me gustan. Nada más que por eso. Algunas muy erguidas,otras
yacentes o sedentes suelen encantar mis ratos con su lenguaje peculiar. Fueron testigo
de tantas alegrías, de tanta tristeza. Llevan en sus cuerpos escondidas mis rutinas. A veces las cambio de lugar y lustro las que se opacan con el limpiametales que las renueva. Nos damos brillo y amor.
Cuento anécdotas de esta relación.
Un día se me murió Don Quijote.
A pesar de que en la literatura Don Quijote es inmortal a mí se me cayó varias veces la estatuita de madera que, al lado de Sancho, mostraba su silueta desgarbada .Resultado :
pegotes, remiendos. piernas quebradas, muerte. Recuerdo nuestro último diálogo::
---¡Por favor,tengan más cuidado! Si no fuera de madera,estaría lleno de moretones.
===Perdoname, mi héroe. Tratá de apoyarte en la pierna sana hasta que la gotita se seque
--- Siento que estoy perdiendo mis fuerzas. Apenas puedo mantenerme erguido. Ni pensar en luchar por la justicia. Ahora me doy cuenta que en este lugar me siento feliz,
importante, querido. Pero algo me dice que nos vamos a separar pronto. Te dejo con
Sancho. Es fiel y bien intencionado. Y su físico es mucho más fuerte que el mío. Ustedes dos se van a entender.
Se derrumbó con un leve crac. La pareja quedó incompleta. A Sancho lo arrimé un poquito. Está solo y muy serio. Igual que yo, extraña al Quijote.

Hace poco un restaurador miró mi cuadro con técnica de mancha, de varios colores,y, para mí, sin figuras determinadas, y me dijo que el veía una multitud. Me indicó donde había una caras y hacia qué lado orientadas. Hasta ese momento yo repasaba al contem-
plarlo la vida y la muerte de la que fué su dueña y la historia de quién lo pintó Las conocí
a las dos.Desde ese día, unas sonrisas me acompañan frente al televisor.

Ayer mi florero preferido estaba triste, como yo. Le puse agua fresca, le compré un
abigarrado ramo de margaritas y cambiamos de humor.

No te cuento los jugosos diálogos que tengo todos los días con la cucharita con la que hago mi café.
---No me quemes.
***Bueno, enseguida se enfría.
---Está muy dulce.
***A mí me gusta así.
---O nos ponemos de acuerdo o por favor usá otra cuchara.
***Aguantame , hoy tengo muchos problemas por delante.
--- Yo también. No es poco meterme en tu café, dar vueltas y vueltas, ir a tu boca y luego
al encierro de siempre.
***Mirá..Nuestras rutinas se parecen bastante: yo tomo mi café, lucho por mejorar muchas cosas, y por más que hablo vuelvo a mi casa con el desencanto de lo que no pude
cambiar. ¿Seguimos amigas?
--- Por supuesto. Chau. Suerte.
*** Hasta luego.

Entre tantos queridos interlocutores los muebles por su tamaño, su usual quietud y su capacidad de guardar otros objetos y no pocos secretos, tienen para mí una importancia
especial. Y de ellos, primera, la cama. Cito a Guy de Maupassant :”La cama es toda nuestra vida. En ella se nace, en ella se ama y en ella se muere.”
No voy a reproducir ninguno de los diálogos con mi cama. No nací en ella.y no sé si moriré en ella. Amé mucho y fuí feliz en ella. Es mi amiga, discreta y comprensi-
va. A veces , aún pretende altiva, darme sus consejos.

Estimada Alicia, espero haberla convencido de que los objetos no se han silenciado.

Integrante: Nito Bruzzese - Curso: Lunes de 17.30 a 19.30


Consigna


"Pocas cosas debe haber tan inestables, tan inseguras, como una vaca colgando de una cuerda desde un octavo piso, pero bien, lo cierto es que cuando levanté la persiana, aún somnoliento apesar de que eran las nueve y media de la mañana, para iluminar mi habitación, la ví..."

Pablo Saffarano, La Equilibrista Exótica


El colectivo traqueteaba su recorrido por la avenida Independencia. Una mano sobre
el barral y la otra sujetando el portafolios que abrigaba lapiceras, una carpeta y algunos apuntes, entre ellos una consigna de taller de escritura al que asisto todos los lunes. La coordinadora nos había dado un pequeño fragmento de un
escrito, de un autor a quien no conocía. El tema giraba alrededor de un tipo que, al levantar la persiana de su casa, en un octavo piso, había encontrado que una vaca mordía una cuerda que la tenía suspendida en el vacío, frente a una ventana de su departamento. Usen este texto como disparador y escriban, nos vemos el próximo lunes. Pero qué inspiración podría alentarse con la lectura de ese grotesco. Una ridiculez inasociable con cualquier intento de narra cualquier cosa.
Una vaca colgada. Qué historia se me podría disparar imaginando lo absurdo de un animal pendiendo de una cuerda, y justo en la ventana del narrador, casi en su casa. En fín, así son las afectadas ideas de quienes tratamos de abordar el misterioso mundo de las artes. Qué le habrá hecho pensar a la coordinadora, de la que uno se da cuenta que conoce bien el tema, que una vaca colgada puede estimular la creación de una historia. Bajé del colectivo. Una mano sujetando el protafolios, la otra apoyada en la región lumbar, que daba la sensación de haberse desacomodado en los baches de la avenida Independencia. Caminé las dos cuadras que separan la parada de la puerta de mi casa, tratando de encontrar alguna fantasía que se ajustara a la consigna. Entré. Vivo con la eterna depresión de Claudia, mi mujer, en una vieja casa con tres habitaciones, que respiran aventanadas a un patio, donde una enredadera se perpetúa prendida a unos caños que la sostienen en lo alto. Ya era noche. Me sorprendió oír un chillido de roce metálico, como de bisagras sin aceitar. Levanté la mirada y vi que, un alambre sujeto a uno de los caños, se bamboleaba provocando ese chillido que me había sorprendido. Siguiendo la línea descendiente del alambre, bajé la vista y por un segundo recordé la consigna del taller. No era ridícula, ni gorda como había imaginado a la vaca, pero ahí estaba la sinrazón del escrito y el grotesco de su decisión. La figura de Claudia, mi querida Claudia, se hamacaba del otro extremo del alambre.

Integrante: Marta Viñas. Curso: Martes 17.30 a 19.30 hs


Bordes


Ultimamente andás bordeando el desastre, mangás a uno a otro, a otro para devolverle a uno. zigzagueás como un jugador de rugby en las ofertas de los super, super a los que en tu vida pensaste entrar, porque no siempre fue así ¿me entendés no?Sacás boelto de noventa, no importa a donde vayas, diez centavitos de aquí, diez de lla´¡qué bárbaro!, pero todo suma. Bordeas los setenta y te acordás del tango "dónde hay un mango viejo Gómez", no tenés laburo ni podés conseguirlo, te sentís impotente. Tenés sesenta y pico pero te sentís de cuarenta y cinco, a quién le importa ¿me entendés no?Las cabriolas que te mandás para pagar con tu magra jubileta lo mínimo;impensado. Por suerte la espinaca hoy está dos pesos, dos plantas, Popeye se sentiría realizado, aunque seguramente no sabría cuántas formas hay para comerla, el sólo la tragaba ¿me entendés no?Igual seguimos leyendo diarios que aparecen gratis, hacemos cursos en los que no se pagan y que nos llenan el espíritu, nos obligamos a estar erectos y saludables, caminamos a veces no con muchas ganas, veinte cuadras y convertimos la calle en la mejor cinta caminadora de algún gimnasio que evidentemente no podemos pagar ¿me entendés no?A pesar de todo siempre esperamos que los bordes se alisen y damos batalla y pensamos y agradecemos que estamos vivos y mientras hay vida hay esperanzas ¿me entendés no?

lunes, octubre 06, 2008

Integrante: Beatríz Lopez Siritto - Curso: Lunes de 17.30 a 19.30


En la cocina

Es invierno y toda la casa esta fría con sus ventanales al balcón y ninguna estufa. La cocina el lugar preferido de Pizarra con olor a pan, entibia su cuerpo.Cómo le gusta estar en la cocina. Eso si, las cebollas hacen lagrimas sus ojos y entonces aprovecha la doña y llora por todo lo que no pudo hacer, por lo que hizo sin permiso y por lo que quería realizar y no sabe como, porque seguro no queda ni tiempo. Como les contaré después la pobre se quedó solita pero los fantasmas siguen estando y entonces lástima que la cocina es el lugar donde todos pasan y nunca será su lugar, sólo para amasar la masa, para guisar mondongo o teñir sus dientes con el verde mate matinal, más otras cosas que Pizarra detesta hacer.Su finado marido cuelga de la pared dentro de un marco engrasado al lado de la heladera que pintó el otro día con sintético gris.Un potus amarronado y algo verdoso adentro de una lata roja contra la envidia, pende de un clavo enclenque en la esquina de la pileta.Hace cuatro días que llovizna y la ropa tendida sobre las sillas huele a perro en celo.Amalia, la mayor de sus hijas se juntó con el viejo diputado de la provincia y con sus tacones finos y sus extensiones doradas y sus lipoaspiraciones y sus tetas nuevas se olvido de su mamá.La debilucha de Cecilia sigue sola en la pensión del Abasto esperando que su trompa la mande a juntar un mango mostrando el traserito.Y el menor, Pato o Patito se fue al sur con el viejo de la funeraria quien lo tiene bien calzado y vestido de pendeja y de vez en cuando se lo come por atrás.Nunca se imagino Pizarra que andaría tan sola llorando por la cocina, casi sin dientes, con dos pelos locos, los ojos a media asta y llorando y llorando por todo y por nada. Era sábado por la tarde y ya desde hacía unos días no se escuchaba a la doña balbucear por las mañanas entre el mate verde y llorar y cantar como decía la vecina de al lado que con una copa invertida trataba de cachar algo por la medianera.¿Adonde estará Pizarra? Tal vez disuelta por el calor del horno atragantada por la bombilla, atrapada por la manga de un pullover mojado o ahogada entre canturreo y lágrimas en la cocina.Llamaron a la 40 y llega el oficial de turno y tirando la puerta abajo y revisando toda la casa no encontró mas que una sombra roja en el techo de la cocina como atravesándolo. Bastante asustado adentro de su uniforme de guerrero llamo a la autoridad mayor que lo primero que hizo fue subir a la terraza, advirtiendo a la altura del techo un pequeño agujero y arriba entre la niebla mientras tanto un pajarraco flaco chorreaba la pelada del comisario, llenándola de mierda con olor a lavanda.

Integrante: Silvia Noemi Fabiani Curso: Lunes de 17.30 a 19.30


Cabriolas


Briggitte tomó la bruñida y brillante brida y cabalgó por los campos de cardos. Haciendo cabriolas por los caminos campestres, campeó las tormentas y peleó con los cabrales cretinos que canturreaban canciones cavernícolas.
Calumniada, castigó con su castiza castidad, a todos los callados caballeros que corrían detrás de su cantábrica figura.
Cándida pero cansada, caducó ante el cadavérico casquete que cubría el rostro casquivano del enemigo corroído.
Se subió a la carreta y corrió, como castor en los corrales, corcoveando cual corcho en el charco de chauchas color chocolate, perdiéndose entre los ranchos raídos de ese pueblo perdido.