Yo, Robinson de ésta mi isla coralífera, intrincada malla de palabras, te busco Viernes.
Es que a veces se me angosta, infimiza, muta, puesto que algunas de las que utilicé para constituirla las he olvidado a mi pesar,
Otras, ingratas, fueron ellas las que se divorciaron de mi., Pero dada su esencia, sobre las muertas perviven las halladas. La vida siempre se impone.
Ayudáme a encontrar las justas, las precisas, para pintar emociones, lugares, sucesos.
Enseñáme a atraparte en mis viejas redes de pescadora de paciencia infinita, sedienta oteadora de horizontes sucesivos.
Que sea para vos, Viernes, comprensible y aprehensible cada oleada de vocablos que lleguen ante vos tratando de ser desentrañados.
O que pueda tanto despertar tu intriga que decidas bucear en mis aguas, cavar en mis tierras buscando el cofre aherrojado que esconden estas soledades.
No vas a descubrir riquezas desmesuradas aquí, pero sí algunas bandadas de pajaritas moteadas, cantos de mariposas en si bemol, algún galope de unicornios riendo a carcajadas u oleajes de bermejas olas cantarinas.
Sí, accedo a derretirte a la luz de estrellas fugaces, cristales de nieve dorados, pero es imperioso que entiendas que las únicas joyas aquí son el sol, la luna, la brisa, el mar, yo. Que somos todos y uno.
Y cuando necesites ternuritas, te puedo abrigar con una bruma ocre-redón .Si estás aburrido te fabularé crímenes horrendos, misterios indescífrales, viajes imposibles, terrores que se desvanezcan ante tu menor parpadeo.
Mi imaginación es el cuerno de la abundancia volcado a los pies de tu deseo o el Hubble esquivador de agujeros negros, rumbo a lo insondable, llevándote a su borde.Tu deseo o el mío, no importa el punto de partida, la estación de arribo es el placer para ambos.
No te inquiete el riesgo de perderte en mí. Todos los universos tienen salida, mas cuando así lo necesites, te daré refugio y alimento; tibias grutas azules aguardan tu presencia.
Pero, por piedad solidaria, no me abandones bruscamente sin darme una oportunidad por pequeñita que ella fuere.
No te angustie que mi cielo luzca tormentoso u oscuro: es sólo un mohín de coqueta que pretende enamorarte. No obstante, cuidado sumo con mis volcanes,:esa lava no está tan yerta como aparenta.
Desdichadamente para este encuentro nuestro no hay estrellas polares que indiquen rutas ni mapas recuperados por bucaneros tramposos.
Aguardo expectante que los cantos de sirenas no te hagan desviar, sin siquiera atisbar un poquito en mis recientes cumbres, en mis radas a descubrir, porque trabajo demasiado para que esta naturaleza mía te resulte atractiva.
Tené presente que sólo ansío ser tu Itaca.
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