Pero
entremezclados con todo esto, los puestos de ropa que invariablemente le van
ganando espacio al resto, y donde yo me
voy haciendo fiel devoto. Hoy llegué a la tarde, y fui derecho a los locales
que siempre me surtieron.
Un mes atrás
esa camisa celeste con el cuello “como nuevo” ( detalle en el que siempre me
fijo) , algún botón que no coincidía, pero al final me las rebusqué. Después de
todo éste invierno promete frío y la uso con la campera negra con tachas. Yo me
surto cuando voy a las “ ferias americanas” . Como ¿ no eran locales de “
compra-venta de ropa” ¿. Al fin, es lo mismo, porque voy al perchero y elijo.
Así de fácil. Y así ese día le tocó a la camisa celeste. Un poco ancha quizá,
pero se disimulaba.
“ Era grande
el finado “ me dijo la Maruca cuando volví ese día a la casa, porque ella, para
criticar se pone en primera fila. Pero yo ni mus, que no es lo mismo que mozzarella,
pibe ¡Bueno, sigo. Hace dos semana compré la corbata roja con las rayas grises,
que no digo colorada por la tilinga ésa que escribe en la revista que leí en lo
de tito el kiosquero. Ahí decían que
colorado es lo colorado y lo rojo y nada más. A mí me pudre que uniformen, y
además, siempre fui un poco contra. No me preguntes contra qué… contra, entendés
¿ Pienso que por ahí te quieren
domesticar, y entonces…salto, y por ahí discuto. En fin, que finalmente la
corbata iba bien con la camisa. No importa si tengo un montón de
corbatas…anchas, angostas, con rayas, con flores , hasta tengo una con la imagen
de Carlitos que la usé el día que fui al Pellegrini en Palermo. Y así, como te decía, yo sigo y sigo. Junto
unos mangos y arranco para la feria. Hace un montón de tiempo. Es uno de los
gustos que me doy. En algunos locales ya
me conocen, soy cliente, como en el 75, donde la dueña, Noemí, me dice que tengo crédito si la guita
no me alcanza. A ella también le compré el mes pasado la campera de cuero negro.
Que me venga a
joder la Maruca a ver si a ella le dan crédito. Minga le van a dar si todos saben
que los mangos que le sobran se los juega a la quiniela. Que éste a la cabeza,
que el otro a la redoblona… y se conoce todos los números que se le representan de noche. Que el muerto que
parla, la niña bonita, los dos patitos, y así no hasta cien, creo que hasta el
infinito. Morfa mucho la Maruca. De noche sobre todo. Cosas pesadas, guisos,
pucheros… unos guisos tremendos…Ella dice que en el día no tiene hambre y se
guarda para la noche. Sabes porque morfa tanto ¿Porque con el buche lleno da
vueltas y vueltas en la cama, y sueña…sueña. Se sueña todos los números o como
dice el libro del astrólogo que guarda en la cocina, las representaciones de
los números. Y a la mañana va y los juega y a la noche está seca. Y después me
jode que yo compro en la feria. Pero yo siempre tengo un mango porque me hago
la changa todos los días. A la mañana salgo con el carro y compro vidrio,
fierro viejo, planchas, lo que venga…hasta heladera cargo , y después lo
entrego en lo del turco Julian, que me paga al peso. Con eso me mantengo. Le
pago a la Maruca , que me alquila una pieza, y lo que me sobra, para el morfi .
El único vicio que tengo, aparte del pucho, pero poco , eh! ( y yo armo , que me sale más barato ) , es
la cancha los domingos cuando Huracán es local, y la feria de San Cristobal,
donde cada 15 días estoy firme como clavo de mesa.
Hoy como
siempre, entré y agarré a la izquierda. Llegué al local 95, que tiene todo tipo
de zapato y zapatillas . De lo que busques tiene. Y ahí vi los timbos,
lustrosos, como me gustan a mí.
Brillosos, negros y puntiagudos. Parecían mi número… por dentro
impecables. Me los probé. Me iban al pelo. Había que cambiarle los cordones
pero era lo de menos. Tal vez algún detalle en el taco. Ya estaba un poco
pretencioso. Como puede ser ¿ Me resultó un poco extraño, que su dueño los
hubiera entregado por unos mangos o los hubiera dejado para la venta . El
vendedor me dice el precio y le pregunté si sabía de quienes eran. Bueno, por
empezar, éste es un dato que cuando comprás en la feria ni se acuerdan de quien
era si lo compraron , ni te dicen de quien eran si lo tienen en consigna. Yo
pienso que por si sos supersticioso, viste, con eso de que el finado o la
finada…ma´si , mejor hacerse el sota. Pero al fin me dijo que el dueño los dejó
y no sabe cuando vuelve.
Te cuento que
mi otra pasión aparte del Globo es la milonga. Todos los viernes estoy firme en
el club, pero hacía un tiempo que no iba porque los zapatos que tenía estaban
gastados. Vos sabés que en la
milonga las minas te junan como bailás pero también te echan un vistazo a los
timbos. Y éstos que ya eran míos, serían mi herramienta de trabajo. Porque si
te querés levantar una mina, la tenés que trabajar milongueando y bien
empilchado.
Al otro día a
la tarde lo vi a José el zapatero y le pedí que les diera una repasada.” Es
para la milonga, José ¡” , le dije. El los miró, levantó la vista de una forma
que me pareció rara, misteriosa, fue
como un guiño que se le escapó, tal vez esa ceja llena de pelos que cuando se
mueve un poco flamea como una espiga. Se le arrugó la frente .No supe qué, pero fue algo rápido y siguió con lo
suyo. El viernes, me los entregó listos, cobró y antes de irme me dijo…” Pibe,
estos eran de Rufino…” “ De quién” , le dije ¿. De Rufino, pibe, Rufino Paiva.
Y me contó una historia de milongas, amores y traiciones. Finalmente el hombre,
que supo vivir no lejos del barrio, y que milongueaba como pocos, tropezó una
noche con otro fulano que le afanó la mina con la que se lucía en cada baile.
Parece que el Rufino esa noche arrugó y la vergüenza lo llevó lejos. Cuando me
iba contando la historia, yo sentía que algo adentro mío se iba aflojando. Como
una tristeza que crecía y no dejaba de aumentar. Yo te dije pibe, soy contra,
pero los códigos se respetan. Me imaginé al Rufino yendo pa’ la feria con los
timbos, pero no era la guita, pibe, no era la guita... Había algo más, de
congojas y traiciones que no me iban , pibe, y para cuando el José terminó, yo
ya sabía que hacer. Al otro día enfilé
al 95, y cuando el dueño me miró asombrado, le dije, “ no se haga problemas,
maestro, se los dejo mejor que antes y vuelvo otro día por el cambio”.
Oscar Raúl Gutierrez
Ilustración fuente: http://www.imaginense.net/argentango/numeros/09/nota_01.html
Ilustración fuente: http://www.imaginense.net/argentango/numeros/09/nota_01.html
No hay comentarios.:
Publicar un comentario