sábado, abril 27, 2013

La fría furia, Aldo Bianco


Ya estoy harto de ser un perdedor, , basta de ruina lo juro, desde hoy estoy totalmente decidido a no jugar ni una moneda, se acabó San Cono, no hay fe para el Santo, no da para más basta de ruina lo juro; desde hoy el hipódromo de Palermo es un hospital de enfermos terminales.
Si quiero emoción, sigo un rato más con Marilú, la cajera del Super, mi canita al aire; así cambio la honda, total ya estoy vacunado contra el metejón fuera de casa. 
Porota, si se entera me salta encima, flor de escándalo, es todo una bruja.
Por ese lado cuido mi seguridad, ni se me ocurre hacerlo largo. Bueno voy para el Super a comprar cigarros.
¡ Qué bueno esto de tomar una decisión firme !.
El hombre se merece un cafecito .
...¿Qué yegua me dijo el Tuerto?... Era en la séptima eso seguro y daba
arriba de cien; y ahora donde lo encuentro,  él también empeño el celu.
Pero si lo anote,  ¡qué laguna!... en los bolsillos ya revise, en la cartera también.
Bueno tengo que llegar antes de las cinco y tal vez me lo cruzo.
Sino, compro la Rosa como ayuda memoria... y  listo  a cobrar.
Eso sí, es la última vez que arranco para el hipódromo.
-¡Largaron!   -arriba "Achicoria", linda yegua, arrancaste en punta, metele palo no te encierres
...que le pasa al dos,... ¡esa quiere ganar!; dale matunga
 no te quedes faltan doscientos...no se puede creer, cuarta salió.-
Ahí está el Tuerto pero... por qué tan contento.
-Hola Mamerto, estoy aquí ... te lo dije, dato de la fuente; como la acertamos... eh?.-
-¡acertamos qué? Salió cuarta la yegua.-
-¡Que te pasa Mamerto, amigo mío.-
- si entro cuarta esa manca "Achicoria"-
-Achis, te dije Mamerto,  Achis, como el resfrío.
-Desaparezco me voy a casa,... chau-
Al día siguiente Mamerto estaba sentado tranquilo, con cara de Revotril, leyendo su periódico, cuando su esposa, con fría furia, llega de la cocina y le revienta un sartenazo en la nuca.
-Por Dios, ¡Qué te pasa, Porota?-
-¡¡¡Esto es por el papelito que encontré en el bolsillo de tu pantalón con el nombre de Marilú y un número!!!-

-¡¡¡Porota!!!...¡No te acordás que ayer fui a las carreras?
Marilú era la yegua que aposté, y el número es cuanto estaban pagando la apuesta, ¡ufffa!
Satisfecha, Porota le pidió disculpas.
-Otra vez con tus ideas, si me dan ganas de no llevarte a cenar afuera.-

Días después, estaba él nuevamente sentado cuando...
recibe un nuevo golpe, esta vez con una olla a presión.
Mas asustado que idiota por el golpe, él le pregunta.

-Que te pasa ahora, ¡¡¡loca!!!?-
-¡¡¡Tu yegua llamo!!!.-

                                                                                                           Aldo Bianco

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