lunes, agosto 24, 2009

Dibujo erótico, Integrante: Haydeé Medina - Curso: Martes de 14.30 a 16.30 hs


Para la gente conocida fue la sorpresa del día.

En Villa Caraza, Lanús, cercano al Riachuelo, una señal divina, una dibujo milagroso esperado. En el hogar de Martín (¡Martín!), o mejor dicho; en el hogar de la familia de Lucia, un dibujo con apariencia de imagen religiosa, apareció en la pared.

La televisión mostraba lo sucedido, el barrio, el interior de la casa, la calle Filcomayo ahora colmada de vecinos curiosos, chiquillos corriendo y periodistas fotografiando la zona.

¡Martín! El papá de Lucia, a quien tantas veces vi en la reunión de padres del colegio “Jaque Mate”. Martín, con sus ojos de terciopelo, que me miraba largamente, mientras yo rehacia las trenzas y le sacaba los pelos de la cara a su hija.

Fui a ver esa señal divina. Observé el dibujo. Deje que entrara en mi cerebro y que los subtítulos me aclararan el significado. Eran dos amantes. Entrelazados con sus piernas y sus brazos. Besándose. Fundidos el uno en el otro.

Tuve que sacudir la cabeza para ahuyentar mis golondrinas.

Me alejé con la familia cuando llegó el sacerdote católico con el grupo de catequistas de la parroquia. El pastor del templo vecino también compartía la ceremonia. Las recomendaciones fueron esperar y estar atentos a algún otro signo o manifestación.

Volví a mirar el dibujo. Volví a ver a los enamorados. Era una escena romántica o mi cabeza funcionaba mal.

Los sacerdotes bendijeron a los presentes. Me acerco a saludar a la familia y en la mejilla de Martín demoro un beso intenso, pero fugaz.

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