domingo, septiembre 28, 2008

Integrante: Elida Cristina Calabrese. Curso: Martes 14.30 a 16.30


Repiquetea el ruiseñor

En una tarde radiante, rumbo a Rosario, Rolando Ramos, con su carro de dos ruedas, arrastrado por Rocinante file compañero y compinche de aventuras, va al encuentor de Rosaura Rodríguez, conquistada con sus ojos verdes reverdes.
Sin rebenque y al trotecito dibuja rasgos en la tierra, y es el relincho que anuncia la llagada al rancho de don Ramiro Rodriguez.
Risueña, Rosaura, con su vestido rosado, cinturón rojo ajustado a la cintura, con sus lindos rizos dorados, que maravillan a Rolando. Lo recibe arrinconada en el corredor con la rigidez de una preciosa estatua.
El perro Rufián ladra encerrado en su territorio, mientras recorre con la mirada hacia arriba, el vuelo de un gorrión que arrogante salpica sus alitas en el arroyo que corre muy cercano a los campos de arroz.
Atrapado por los aromas de la cocina, que rebalsa de artesanías, abraza a su dama, ruborizado. Sobre el mantel bordado, ciruelas, frutillas, rúcula, remolachas y grandes morrones carnosos, esperan ser devorados con gusto, deleites del alma, el espíritu y apetito de cálidas sensaciones.
Sorprendidos por ruidos raros, el rum rum de afuera interrumpe Don Ramiro sin pedir permiso.
Salta felíz Rosalía, la gata celosa a los brazos de Rolando, quien sostiene un ramillete de rositas rococó rosadas. Revolotean en el aire golondrinas de primavera, mientras repiquetea el repentino murmullo del ruiseñor.
Todo es un resplandor, y así como en un cuadro que crece, llega una suave ráfaga de ilusión iluminada, en el crepúsculo de una tarde inolvidable, que siempre será recordada.

No hay comentarios.: