viernes, diciembre 17, 2010

.Lampadíaz, Fabiana Olea, Miércoles 17.30 a 19.30 hs

     La señora Díaz, siempre la primera en levantarse para preparar el desayuno familiar, cuando salió a buscar el diario encontró una nota pegada en la puerta de la casa, luego de leerla, asustada, se la mostró al marido, que atónito enseguida llamó a la policía, sin importar las consecuencias ante todo la seguridad de su familia. Se sorprendió por lo rápido que en la puerta de su casa llegaron tres patrulleros y dejaron dos oficiales de guardia en su propiedad, les prohibieron salir hasta que resolvieran el caso. El matrimonio Díaz y su hija de veinte años, eran prisioneros en su propia casa.

     A los tres días Jorge disfrutaba tranquilo de su delicioso desayuno mientras leía el diario, la nota de tapa lo llevo enseguida a la página diez…
Veinte familias de Mataderos aterrorizadas por una nota anónima:
“tus diaz están contados
bandoneón diaz, rufino diaz, y cucurucho diaz,
saldran de la carcel y serán tres”.
Los hermanos Díaz, condenados por el asalto millonario al Banco Provincia y homicidio culposo de ocho rehenes, luego de veinticinco años de condena ya no podrán salir por buena conducta. Aún no se comprende el motivo de los anónimos ya que el cuarto hermano, Jorge Díaz, alias Lamparita, fue hallado muerto dentro del auto que se incendió cuando trataba de escapar del asalto.
       Cerró el diario, fue hasta el balcón, encendió un cigarrillo y comenzó a reír a carcajadas, cómplice le habló al paisaje.
     -Esto confirma sus apodos, si no fuese por mi ni en la cárcel estarían, siempre tuvieron pocas luces, mandar anónimos a todos los Jorge Díaz que viven en Mataderos, sólo a ellos se les ocurre, se lo habrán pedido a algún delincuente que salió antes que ellos de la cárcel. No entiendo porque están tan furiosos, si todos los meses les hago llegar una mensualidad a sus familias. La voz de su mujer llamándolo lo distrajo…
     - Omar, apúrate que estamos listos y en dos horas tenemos que ir a la excursión de los siete lagos.
     - Ya estoy listo, princesa, solo estaba esperando que ustedes se levanten.
     - Es una lástima que nunca vayamos a pasar unos días a Buenos Aires, a los chicos y a mi  nos gustaría conocer tu ciudad natal.
     - Dentro de un tiempo tal vez, sabes que Buenos Aires no me trae buenos recuerdos.   
     - Eres tan lindo mi amor, una pena que mañana debamos regresar a Barcelona, San Martín de los Andes es precioso.
     - Cierto, pero el año que viene vamos a ir a la Polinesia, me toca elegir a mi y prefiero el calor y el mar.
     Salió orgulloso de la habitación del hotel abrazando a su bella mujer y a sus dos hijos, el conserje lo saludo amablemente.
     - Que pase un excelente día señor Lampadíaz – Jorge sonrío feliz.



.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Como dice al final del cuento,
excelente. Me encantó al leerlo
por segunda vez. Rodolfo.