Es viejita, muy
viejita. Me recuerda a mi abuela paterna, una italiana que vino a la Argentina
cuando tenía 15 años para casarse con su novio piamontés como ella, que la
había precedido. El la convirtió en su esposa al poco tiempo de su llegada. Muy
pronto nació el primer hijo y luego muchos más, conformaron una familia grande,
que le demandó mucho esfuerzo para lograr el bienestar de cada uno.
Me llama la atención que une a su aspecto de anciana su
capacidad de adaptación a la modernidad. Me dio mucho gusto verla hablando por
su celular, su cara se muestra fel´z y se me ocurre que está recibiendo una
buena noticia; por lo menos a ella debió producirle agrado, dad la paz
reflejada en su rostro y la dulzura de su mirada. Es que esta señora debe haber
pasado de ser abuela. Por su aspecto es una bisabuela, y quien debía de
llamarla sería su bisnieto, que le pedía que fuera a jugar con él tal como lo
hizo ayer mi bisnieto Santiago, que me llamó y me dijo:
Noni ¿por qué no venís a jugar conmigo? Federico es tan
chiquito que no me entiende y yo me aburro, vení por favor.
3 comentarios:
Nelia, qué conmovedor relato y el final una ternura.
Hola!!
Que historia más tierna y rápida para leer y fácil, nada enrredada.......Cuanta cultura veo en tus blog, por aquí una simple campesina, un poco bruta, que le gusta viajar y sacar fotos, admiro a las personas que saben escribir, me esmero y me lo corrige el Ward, me han dicho que no confié mucho en él, porque se equivoca( no tanto como yo, jijiji)
Que tengas muchos proyectos para este año y un abrazo de oso.
Esta muy bien el blog, no lo conocía hasta ahora, me pasaré más a menudo a leerlo. Aprovecho para felicitarte el 2012, un saludo!!
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