Este poema "Octava" lo leyó Aldo en nuestro último Café Literario del 2013. Vuelvo a editarlo porque hoy ya no está con nosotros, partió el 5 de marzo, nos queda el recuerdo de tantos momentos compartidos. Nunca faltó a ningún encuentro en el Bar de la BCN. Lo disfrutaba, con un silencio respetuoso escuchaba los textos de sus compañeros, a veces una media sonrisa bailaba en sus labios o en sus ojos tan serenamente celestes. Nos dejó este poema sobre el atril, allí está la música de sus palabras y al final el silencio.
Hoy todos los integrantes del taller estamos de luto con nuestros poemas y cuentos a media asta recordando y homenajeando a Aldo. Aldo Bianco. Un excelente poeta y hombre.
Sobre el atril un pentagrama
en blanco.
Se corporiza.
La brisa lo agita
por la ventana abierta.
El Do se inicia.
Susurros del bosque
mecen el vaivén de los árboles,
las hojas excitadas
murmuran
con el soplo
el suspiro inquieto.
El Re convierte la floresta en
rojo amarillento, y
pálido café, con verdes tallos.
Mi suelta las notas del
viento silvestre con eco
de montaña.
El semitono del Fa desata el
arroyo que moja
y ofrece brillantes
al áspero canto rodado.
Horas pasan
El Sol ilumina
el gris plomizo de la mañana
hacía un rojo atardecido.
La se regodea
anunciando el lucero.
La noche mira
con ojos centelleantes.
.Las olas se deslizan sobre
la arena quieta,
el Si cierra la melodía.
Acontece el silencio.
4 comentarios:
Inolvidable Aldo. Te extrañamos mucho. Cristina Diez
Un privilegio, un verdadero acontecimiento tener como Padre a un Hombre.
Debora Bianco
Aldo ser único, te extraño compañero de ruta, tu imagen ilumina y conmueve. Sé que tu deseo es que te recuerden con alegría a la que hacías homenaje ovillando en el desvelo de descubrir cada día, involucrándote en tus descripciones de la naturaleza que venerabas como la vida misma. Tu admiración por Borges, Blake, escucharte recitar a Lorca y tanto más, Aldo cuando tu poesía era extraordinaria y en ella asomaba tu maravilloso ser.Patricia
Papá, solamente estás del otro lado del telón.
Aunque me es difícil creerlo.
Todavía estamos almorzando juntos; todavía estamos caminando por tu barrio; todavía toco el timbre de tu casa para que bajes para ir a tomar un café... para hablar de cosas que no se hablan con cualquier persona ............
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Mayra, tu hija mayor
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