viernes, mayo 12, 2006

Integrante: María del Carmen Cerezal, Texto: Sólo culpa, Curso: Jueves de 17 a 19 hs


Ya no más, nunca más.
De todas las palabras de todas las frases de la carta, solamente esas, certezas de final, le saltaron a los ojos azorados.
Todo el antes se le borró de la conciencia; lo había perdido para siempre.
La desesperación le impedía razonar, la angustia le rebalsaba. Tras un instante de incertidumbre, salió corriendo como un poseído a tratar de evitar lo inevitable.
Ya no podía más que sentir.¿Dolor? Culpa. Culpa..Culpa.
Jadeaba, trastabillaba. Todo su cuerpo se desvanecía mientras el ritmo de su carrera lacerante era una letanía: culpa, culpa, culpa.
La ruta no tenía fin; era tan eterna como lo sería la muerte anunciada.
Imperturbable, la noche se apoderaba del hombre y del camino.
La culpa también.

María del Carmen Cerezal, Jueves de 17 a 19 hs.

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